Jesús Orozco de la Fuente, director general de Tinsa México, platicó con Mariel Zúñiga de En Concreto sobre las hipotecas verdes y las certificaciones energéticas de la vivienda. Te presentamos a continuación, los temas más importantes que trataron:
¿Cuál es la situación actual de las hipotecas verdes en México?
El mercado internacional se está volcando al financiamiento de vivienda verde, por lo que consideramos que dentro de poco quien quiera acceder a estos fondos tendrá que ajustarse a este tipo de “compliance”. Tinsa ha podido constatar esta experiencia en España y Chile, mercados que tardaron casi diez años en llegar a este momento, pero ya están ahí.
El tema en México es que no tenemos regulación, en otros países este tipo de cumplimiento está impulsado desde el gobierno mismo y lo que estamos viendo ahora son iniciativas de la banca, lo cual es muy loable y prueba del dinamismo del mercado mexicano, que no necesariamente tiene que tener impulso gubernamental para desarrollar proyectos como este.
Los productos verdes que ofrece la banca mexicana no están masificados, están dirigidos a un porcentaje mínimo de vivienda nueva que ya cuenta con algún tipo de certificación energética; no son aptas para un mercado mayor, en especial de vivienda usada, ya que son caras, complejas y están pensadas para ver la sustentabilidad, no necesariamente en la eficiencia energética de la vivienda, aunque a veces se traslapan estos conceptos.
El reto de la banca para los próximos años es masificar este tipo de créditos, lo cual traerá dos beneficios a la banca, por un lado, le va a permitir desarrollar nuevos productos basados en estos fondos verdes y, por otro lado, los clientes de los bancos van a poder acceder a tasas preferenciales derivados de la compra de vivienda sustentable. Llegará un momento, como sucede en Estados Unidos, donde las mismas preferencias de los consumidores hacia temas de sustentabilidad, básicamente por un tema generacional, llevará al mercado a volcarse hacia esta tendencia, es un tema de conciencia impulsado por la gente joven.
En México se desarrolló un documento interesante “La taxonomía del mercado mexicano”, donde se dictan todas las directrices que deben cumplirse, es un documento bastante profundo, aunque falta la parte regulatoria, es un marco que permite a la banca poder alinearse a ciertas metodologías o procesos que le permitan desarrollar este tipo de productos, ya que de ahí es que viene el tema de la certificación energética.
¿Cómo funciona una certificación energética?
La certificación energética es una validación que se hace sobre la vivienda donde se analizan factores constructivos y medioambientales, por ejemplo, en qué zona climatológica está la vivienda, porque eso está pareado por medio de algoritmos que hacen algunos cálculos para medir la eficiencia energética de la vivienda.
Seguramente recordarán haber visto en algunos electrodomésticos calcomanías con diferentes colores donde categorizan por letras la eficiencia energética, algo parecido sucede con la vivienda y eso permite a los bancos determinar si la vivienda puede ser acreedora a una tasa preferencial, es decir, un producto verde.
Otra variable de las certificaciones energéticas es que te ayuda a determinar en qué momento está tu vivienda y eso permite hacer un análisis de qué necesitarías modificar en ella para llegar a un grado de cumplimiento alto que te permita acceder a beneficios o simplemente obtener un certificado. Hay lugares en el mundo donde si la vivienda no cuenta con una certificación de este tipo no puedes vender la propiedad o te haces acreedor a multas.
¿Cómo ves el futuro del tema energético en el corto y mediano plazo?
La ola verde abre perspectivas económicas enormes en términos de financiamiento. Hay tendencia en otros países de remodelar los edificios por la huella de carbono que dejaron en su momento, todo eso abre nuevos mercados. Hay también un mercado interesante de reciclaje de materiales de construcción en Estados Unidos, que también llegará aquí. Es un círculo virtuoso sin duda.
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