La renovación de los barrios

¿Has notado como barrios tradicionales de todas las ciudades del mundo van renaciendo, cambian de tipo de viviendas y habitantes, y hasta se ponen de moda? Este proceso ha sido estudiado por diversas disciplinas y es conocido como gentrificación.

El término tiene como raíz la palabra inglesa gentry, que a su vez viene del francés genterie, y hace referencia a las clases altas o “gentiles”, ya que generalmente en esta transformación los barrios populares en decadencia son ocupados por una clase media o media alta que los revaloriza. Este proceso modifica el estilo de vida del barrio o colonia y ocasiona que los precios de los inmuebles se eleven, obligando paulatinamente a los habitantes originales que lo ocupaban a moverse a otras zonas de la ciudad.

Los efectos de la gentrificación en la vida del barrio o la colonia son enormes, pues se generan nuevos hábitos de consumo para satisfacer la demanda de los nuevos residentes, lo que ocasiona nuevos servicios y crea un nuevo sistema económico.

La gentrificación se origina con la Revolución Industrial y es un fenómeno global, aunque no en todas las ciudades ha sucedido en el mismo nivel. En ciudades como Madrid, Barcelona, París, Londres y Nueva York los centros han sido completamente renovados y la gente con menos recursos ha tenido que desplazarse a la periferia; mientras que en urbes como la Ciudad de México este proceso ha sido gradual y todavía conviven personas de diferentes clases sociales en una misma colonia.

Una de las principales causas de este fenómeno es el deseo de los habitantes de las grandes ciudades por vivir en zonas céntricas cercanas a zonas comerciales y de trabajo, por el impacto que esto tiene en su calidad de vida. Las personas con menores recursos se ven obligadas así a alejarse y destinar tiempo para desplazarse a sus lugares de trabajo.

Mientras uno de los principales frenos a este proceso es la regularización de la propiedad, ya que los dueños de los inmuebles de los barrios antigüos de las ciudades no cuentan con documentos que comprueben su propiedad y les permitan venderlos.

En la CDMX hemos podido apreciar este proceso en diferentes zonas de la ciudad con el paso del tiempo, primero en Polanco y San Ángel, más adelante en el corredor Roma-Condesa y Coyoacán y, en los últimos tiempos, en colonias como la Doctores, Obrera, Tabacalera, Álamos y el centro de la ciudad.

Es difícil detener la gentrificación, sin embargo, la participación de autoridades locales en la gestión de usos y densidades de suelo es clave para regularla.

Tinsa, conocimiento que genera valor